jueves, 28 de octubre de 2010

Un producto de tierra de moros

EL ACEITE DE ARGÁN

¿Sabías que el aceite de argán está considerado como un artículo de lujo en Marruecos?.

El argán es un árbol típico y exclusivo de la zona de Marruecos. Desde tiempos inmemoriales los bereberes extraen de las semillas de este árbol, un aceite que las mujeres utilizan como producto cosmético, para suavizar su piel y resguardarla de las inclemencias del tiempo, y sobre todo de los efectos degenerativos del intenso sol al que están expuestas.

Con ello a la vez previenen las arrugas, debido a la riqueza en ácidos grasos y activos de acción antienvejecimiento, que tiene este aceite.

Si nos fijamos en estas mujeres (de las que podemos ver aquí en España y en Alicante muchas de ellas), todas tienen la piel de la cara (que es la única que se les ve), extremadamente lisa, suave y sin arrugas.

En la cosmética de la mujer europea, se puede utilizar este aceite, añadiendo unas gotitas en estado puro junto a la crema habitual anti degenerativa que se utilice. Se puede encontrar en algunas herboristerías, (aunque se consigue más barato a través de Internet).

Aquí os añado un artículo que habla sobre este tema.

El paisaje que se extiende a lo largo de la carretera que une Agadir y Essaouira se cubre de los antiquísimos árboles del argán, árbol milenario marroquí del que se extrae uno de los aceites más caros del mundo. Una cooperativa de mujeres bereberes del pueblo de Tamanar (Essaouira), en la costa atlántica de Marruecos, es la primera empresa exportadora  del exclusivo aceite.

La cooperativa Amal, palabra árabe que significa “esperanza”, nació hace tres años con la idea no sólo de ayudar a las mujeres solas, divorciadas o separadas de la región marroquí, sino también para promocionar un producto con gran tradición en la sociedad alauita y en peligro de extinción por la tala descontrolada de estos árboles.

En esta pequeña empresa trabajan alrededor de 50 mujeres de edades comprendidas entre los 25 y los 90 años, la mayoría son de edad avanzada, que llevan a cabo labores tradicionales de extracción de este aceite de color oro pálido. Desde las ocho de la mañana hasta las siete de la tarde las mujeres se dedican a la extracción del fruto del argán, una almendra de sabor muy amargo que posteriormente pasa por diferentes fases mecanizadas para la obtención del aceite, caracterizado por un agradable sabor dulce y un delicado aroma.

Según Hadisha, una de las trabajadoras de la empresa, ésta es la primera cooperativa de mujeres en Marruecos y su labor de ayuda en la región “es fundamental”, ya que en el país las mujeres solas se encuentran con serias dificultades para labrarse un camino.

El dinero que se obtiene con la venta del aceite de argán sirve para financiar la educación y la alfabetización de las mujeres que trabajan en la cooperativa, y para mantener un producto antiquísimo. Para las responsables de la cooperativa, que se encuentra en una zona de tránsito de turistas y que quiere convertirse en un ejemplo de aperturismo, “con este tipo de proyectos, único en este país, se pretende ayudar a la mujer en todas las facetas de la vida”.

Marruecos produce anualmente unas 4.000 toneladas de argán. El aceite más caro del mundo puede alcanzar hasta los 35 euros el litro, y se vende en botellas de pequeño tamaño en la zona que va de Agadir a Essaouira, y que es habitual ver en los zocos de Marrakech y Casablanca. El argán es el fruto de un árbol silvestre que crece en las zonas áridas de toda la costa atlántica de Marruecos, fundamentalmente en Agadir y Essaouira. La importancia del argán reside en su papel vital a la hora de evitar la desertificación de la zona ya que, debido a sus fuertes raíces, el árbol contribuye a retener la tierra y ayuda a combatir la erosión del agua y el viento, señalan en un artículo el profesor Zoubida Charrouf, de la Universitad Mohammed V de Rabat, y Serge Dubé, del International Development Research Centre (IDRC).

Además, el árbol juega un papel importante en la economía local como fuente de ingresos o de alimentación. Nada se desperdicia: la madera se usa como combustible, las hojas y los frutos proporcionan forraje para las cabras y el aceite de almendra extraído por las mujeres se usa para cocinar y como elemento de la medicina tradicional, explican Charrouf y Dubé.

Propiedades culinarias y cosméticas

Este árbol puede medir hasta 10 metros, vive más tiempo que un olivo y no necesita especiales cuidados. Los principales países importadores de aceite de argán son Francia, Reino Unido, Alemania, Italia, España, Portugal, Bélgica, Holanda, Canadá, Estados Unidos y Japón, llamados por su interés culinario y sus propiedades en cosmética para evitar el envejecimiento e incluso para ayudar contra la impotencia. Según una antigua tradición marroquí, a los niños se les daba en el desayuno pan con aceite de argán para fortalecerles y las mujeres se hacían masajes en todo el cuerpo para evitar el envejecimiento de la piel y para estimular la circulación.

Por las propiedades culinarias del aceite, la cooperativa Amal ganó el prestigioso Premio Slow Food 2002 que reconoce la “eco-gastronomía”, esto es, la conservación de alimentos, animales o vegetales que están en peligro de extinción, a través de métodos tradicionales.

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